Amayda, decide
pasarse, a la semana después de lo sucedido por la Taberna de Giran, a tomarse
algo, conocer gente nueva y compartir un rato con los ya conocidos.
Cuando ya el Sol
desaparecía, dejándole paso a la Luna y Amayda llegaba a la Taberna, con una
amplia sonrisa y decide entrar. Nada más entrar, se encuentra con él, el elfo
que no podía sacar de su cabeza tras ese día.
Decide saludarle con la mano, intentando escabullirse de él, por
vergüenza y a la vez, miedo.
-Buenas noches,
señorita Amayda -la llama por su nombre, después de haberlo preguntado a
terceras personas-.
-Muy buenas
noches, señorito... -se queda perpleja al ver que la llama por su nombre-. Si
me disculpáis, voy a por una copa..
-Os acompaño, ¿os
parece? -sonríe sutílmente, observando a Amayda-.
-Como vos veáis,
no sería ningún problema para mí, claro está.. -sonríe, pidiendo la bebida a
Roldan-.
-Disculpa mi
descortesía, señorita Amayda, mi nombre es Arsem... -se presenta,apoyado en el
mostrador, esperando la bebida de la drow-.
-Oh, es una
placer saber vuestro nombre, señorito Arsem. -Sonríe, suspirando algo
nerviosa-. ¿Sabéis algo? Necesitaré hablar luego a solas con usted, tengo algo
que contadle.
-Oh,vaya...Sí sí,
claro.. Te esperaré en el lago de las afueras de Giran, por si os apetece
acercaros y hablemos más tranquilos -sonríe mientras se marcha de la Taberna-.
-Sí claro,
enseguida estaré ahí... -mientras le ve alejarse, decide entrar en el cuartillo
de la Taberna donde aún permanecía algunas pertenencias de ella, de cuando
trabajaba allí y hace las maletas, y sin percatarse de Delta, con lágrimas en
los ojos, decide marcharse, sin darle explicaciones a nadie-.
La joven sale por
la puertecilla de la salida del Sur de Giran, encontrándose con Arsem sentado
en la roca del lago y decide aparcar sus pertenencias en el césped,en la salida
recién y decide bajar hasta hacerse ver por él.
-Vaya, veo que
por fin os habéis atrevido a venir, señorita Amayda -la invita a sentarse con
un gesto de manos-.
-Así es, señorito
Arsem -sentándose a su lado, suspira y se decide a hablar-. Primeramente, os
quería decir que me marcho al Norte, y no sé cuando regresaré, quizás pronto,
quizás nunca.. -comienzan a rayarse sus ojos de lágrimas-.
-Oh no, ¿por qué
os marcháis del Sur? ¿Os ocurre algo? -le pregunta,preocupado-.
-Sí, algo me
ocurre, y es el motivo por el cuál no regresaré por un largo tiempo al Sur...
-agacha la cabeza, algo triste-.
-Anda, contadme
eso que tanto perturba en vuestra cabeza, Amayda... Sé valiente..
-Hace poco tiempo
que os conozco, pero vuestra presencia el primer día que le serví en la Taberna
me impactó, y os confieso que no he podido dejar de pensar en vos. Disculpad mi
atrevimiento, pero es así, señorito Arsem. Ese es el motivo por el cual me voy
al Norte, para alejarme de vos y no hacerme más daño con vuestro rechazo...
-¿Quién os ha
dicho que yo os rechazo, Amayda?... Desde el primer día que os ví servirme en
la Taberna, no he podido sacarte de mi cabeza, ha sido una bendición conocerte,
de veras os lo digo... -tomando a la drow de la barbilla,levantándole la
mirada-.
-¿De verdad
habéis dicho eso? ¿De veras que no sólo yo siento esto, es mutuo? No me puedo
creer que algo tan maravilloso esté pasando, señorito Arsem.
-Pues no lo
penséis más, es así, creéroslo, esto que siento por vos es tan especial...
-decide acercarse a sus delicados labios,entrecerrando sus ojos-.
-Lo creeré -lo
susurra, casi entrecortándose las palabras, fundiéndose en un cálido beso lleno
de caricias-.
Los jóvenes
deciden regresar a la Taberna a celebrar la unión entre ambos, felices. Al
regresar a la Taberna, Delta sale corriendo, sin querer saber nada de Amayda, y
ésta la sigue hasta llegar a la Biblioteca de Giran y Amayda, totalmente
cansada de correr, la toma de los hombros y la detiene:
-¿Pero qué os
pasa, señorita Delta? ¿Por qué tan brusco gesto hacia mí? ¿Algo malo os he
hecho? ¡Decidme,decidme! -le mira algo alterada, sintiendo miedo al ver a su
amiga tan distante-.
-Os queríais ir
sin darme explicación ninguna... ¿Queréis juntaros con Venethor,verdad? -le
mira con algo de desagrado-.
-¿Pero qué decís?
¿Estáis loca? No sabéis de que estáis hablando, señorita -se puede observar el
enfado de la drow-. Jamás me uniría a ningún bando, al menos hasta hora, y si
lo hiciera, seríais la primera en saberoslo, pero sabéis de primera mano, es
decir, por mí misma, por Amayda Ghyt, que yo me mantengo al márgen de todo lo
que está ocurriendo.
-Vaya, pues..sí
es así, disculpadme Amayda, pensaba que era así, ya que me lo dijeron algunos
clientes de la Taberna... -le mira algo triste-.
-Si es así, ¿ya
hemos perdido la amistad,Delta? Digo...ya que habéis perdido la confianza en
mí, creyendo a terceras personas que no saben ni lo mínimo de mí.
-No Amayda, de verdad
disculpadme, pensé mal... -suspira profundamente,apoyándose a la mesilla de la
Biblioteca-.
-Bueno, realmente
disculpadme a mí también por irme sin deciros el porqué, realmente ... estoy
con Arsem, el elfo.. -sonríe mientras abraza a su amiga-. Soy tan feliz,
Delta..
-Oh, era lo que
menos esperaba, Amayda -recibiendo el abrazo, sonriendo-. Me alegro mucho
,amiga.
Casi la Luna
desapareciendo para sederle el puesto al Sol , Amayda decide marcharse a casa a
cuidar a los pequeños y levantarles para que fueran a la Biblioteca a leer,
como todas las mañanas. La sonrisa de Amayda puede notarse desde la lejanía.